Germinar marihuana: 4 formas diferentes
diciembre 26, 2019 11:29 amSi eres cultivador de marihuana, sabrás que tanto germinar marihuana como el posterior trasplante son pasos esenciales en el correcto desarrollo de las plantas. Por ello, hoy queremos hablar sobre estos dos procesos dando algunos consejos para que podáis incorporarlos a vuestro conocimiento sobre la planta. Bienvenidos a TOP-CULTIVO el consultorio cannábico de Marihuana Televisión.
4 formas de germinar marihuana
Como cada maestrillo tiene su librillo y realmente existen muchas formas de conseguir una buena germinación, vamos a darte 4 formas de germinar una semilla diferentes, para que seas tú el que decida. Para empezar un cultivo de la forma correcta, debemos de extremar los cuidados para que todo comience de la mejor manera. Por ello, vamos a enseñaros cuáles son las formas más típicas a la hora de poner las simientes a brotar.
Diferentes formas de germinar marihuana
La primera forma de germinar marihuana; los Jiffys. Éstos son unas pastillas de turba prensada y deshidratada. Deben humedecerse hasta que alcanzan su tamaño original con agua con un pH de 6,5 a temperatura ambiente. Es un método muy efectivo ya que proporciona un ambiente perfecto para las semillas. Tan sólo deberás introducir la semilla tras realizar un pequeño agujero. Suelen germinar en 2-3 días.
Continuamos con los cubos de lana de roca. Estos han sido catalogados como el medio ideal de germinación para sistemas hidropónicos, ya que apenas deja residuos. Su principal virtud es la rapideza con la que germinan las semillas, con el hándicap de que debido a su buena transpiración, se seca mucho más rápido que otros métodos. En 3-4 días tendrás listas tus pequeñas plántulas.
La tercera, el papel absorbente, más comúnmente conocido como papel de cocina. Probablemente sea el más empleado por los cannabicultores. Lo único que tendrás que hacer es humedecerlo una vez esté introducido en un recipiente cualquiera. El único hándicap que tiene es lo rápido que se pierde la humedad, dado que es papel. Por ello, si usas este método, no dejes que nunca se seque o podrás perder las semillas. En apenas 2 días podrás tenerlas germinadas.
La cuarta y última opción sería la germinación en maceta. Muy típica sobre todo en jardines de exterior. Tal vez sea la que requiera una mayor experiencia en cultivo ya que tanto si te pasas de hondo como si la dejas demasiado expuesta al aire la simiente, puedas hacer que jamás nazca una pequeña planta. Si te decides por este método tal vez lo mejor sea mantener 24 horas las semillas en un vaso con agua para estimular su germinación.
Uses el método que uses cuida siempre de mantener las semillas hidratadas, y estate atento a cualquier circunstancia que pueda surgir. Si prestas atención y les das la condiciones necesarias, te aseguramos que tendrás un alto porcentaje de germinación.
¿Cuándo y cómo debo trasplantar la semilla germinada?
El momento del primer trasplante de la semilla germinada a su primer medio de cultivo es vital para el perfecto desarrollo de la planta.
¿Cuándo trasplantar la semilla germinada?
Evidentemente, lo primero que tendrás que saber es cuál es el momento en el que deberás ir pensando en darle otro contenedor a tus pequeñas plántulas. Para ello, tendrás que fijarte en la aparición de los cotelidones, ese pequeño par de primeras hojas dentadas que serán las primeras en hacer presencia tras germinar marihuana.
Es conveniente realizarlo en este momento y no dilatar el proceso más, ya que las plantas durante esta fase poseen un crecimiento más explosivo y necesitarán de espacio seguro para poder desplegar todo el sistema radicular que les proporcionará los nutrientes para poder desarrollarse en plenitud.
¿Cómo hacer el primer trasplante?
Una vez ya sabemos que hay que trasplantar, tendremos que elegir el tamaño de la maceta a la que haremos el trasplante. Lo normal en interior es hacerlo con macetas de 3 a 7 litros para que puedan crecer de forma paulatina, aunque bien es cierto que si optas por éstas, deberás de realizar otro trasplante a una maceta de 11 litros para darle el empujón final hacia la floración. En exterior, se realiza la misma práctica pero con macetas finales más grandes, siempre en función de las necesidades que tengas.
Si has elegido ya la maceta y un buen sustrato tan solo deberás trasplantarla. Llena con el sustrato la maceta en la que vas a introducir la planta germinada, haciendo un pequeño hueco en el centro del tamaño del cepellón de raíces de la planta. Después saca la planta del macetero de origen, de forma que la planta quede boca abajo, y el tallo pase entre los dedos anular y corazón. Sacamos la maceta con cuidado sin dañar las raíces e introducimos la planta en la nueva maceta, con mucho cuidado. Una vez posada solo faltará rellenar el espacio sobrante con más sustrato y regar en abundancia para que pueda comenzar su nueva andadura de la mejor forma posible.
Eso sí, recuerda no exponer las raíces de las plantas durante el proceso ya que son fotosensibles pudiendo estresarlas y, en el peor de los casos, dañarlas. Si haces todo lo dicho y eres extremadamente cuidadoso con tus plantas, te aseguramos que crecerán de la mejor manera posible.
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Y hasta aquí ha llegado el TOP CULTIVO de hoy. Esperamos que os haya sido útiles estos consejos y desde ahora, sepáis un poco más sobre la planta que tanto nos gusta.
Recordad. Si tenéis dudas ya sabéis que nos las podéis hacer llegar a través de nuestras redes sociales. ¡Salud y buenos humos!
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