#12 MONTAJE SALA CULTIVO: OLORES

Olores sólo dentro de la sala

Ahora que la iluminación y la ventilación ya están listas, es el momento de asegurarnos de que el aire que sale al exterior no delate la presencia de nuestras plantas debido al olor.
La instalación de un filtro en muy sencilla.
Si el tamaño y peso lo permiten, debe fijarse cerca de la boca que aspira el extractor. Y en alto ya que es el punto de recogida de aire.
En este caso, para colgarlo se usan varias poleas para repartir el peso, ya que este filtro de 420m3 es bastante pesado.
Ambas bocas se unen mediante tubo que se puede fijar con cintas, bridas o abrazaderas.
El cultivador debe vigilar tanto los olores que salen por el conducto de la ventilación al exterior, que son los más importantes y peligrosos.
Y el posible olor que pueda escapar al ambiente del resto de la casa.
Éste no debería ser demasiado si la extracción es algo más potente que la intracción para crear presión negativa que evita que los olores salgan de la sala.

Filtros de olor

Los filtros de olor son cilindros. De plástico o metal. Rellenos de carbón activo, un material micro-poroso capaz de retener entre sus poros las partículas volátiles suspendidas en el aire, responsables del olor.
Los filtros de alta gama suelen ser muy pesados. Emplean carbón mineral, aunque cada vez más marcas lo sustituyen por carbones vegetales obtenidos de fibra de coco, resultando más ligeros y económicos.
Van cubiertos de un material textil que llamamos camisa. Su función es retener el polvo del ambiente para que éste no pase al interior del carbón donde podría taponar los poros, perdiendo efectividad de limpieza. Por eso es importante mantener limpias las camisas, lavándolas cuando se aprecie suciedad en ellas.

A la hora de elegirlo, es importante conocer cuántos metros cúbicos de aire mueve el extractor al que irá conectado. El filtro debe ser capaz de limpiar todo ese caudal de aire.
Cada filtro lleva en su descripción unos números que indican el diámetro de la boca y el caudal máximo recomendado por el fabricante.
Si un extractor mueve 420m3/h debería llevar un filtro de un máximo de 500m3.
SI lo conectamos a uno de 200m3/H, éste no podrá eliminar bien el olor. Tampoco se puede sobre dimensionar demasiado ya que un filtro de 800m3 haría perder demasiada potencia al extractor.

Ozonizadores

Los generadores de ozono se han convertido en un perfecto aliado contra los olores. El ozono –cuya fórmula química es O3- tiene un gran poder oxidante. Cuando se emite al ambiente, destruye tanto los olores esenciales, como las bacterias y hongos.
Los ozonizadores de conducto pueden usarse en exclusiva o como refuerzo de los filtros de olor. Emiten el ozono mediante unas lámparas alojadas en el interior del cilindro que se conecta al tubo de conducción.
También hay modelos que emiten a través de un pequeño tubo que se inserta en la conducción.
En cualquier caso, es importante que el ozono tenga tiempo de actuar sobre los olores. Deben haber entre 5 y 10m de conducción entre el ozonizador y el punto de salida del aire.

Para los olores del ambiente también pueden utilizarse los ozonizadores de pared. Aunque no recomendamos su uso dentro de la misma sala –excepto para tratamientos de desinfección- ya que en el supuesto de que fuese lo suficiente fuerte para eliminar el olor de la sala. Además esto supondría la pérdida de aromas en la plantas, algo que no deseamos.
Lo mejor es emplazarlos en la puerta de la sala, o en la entrada principal de la casa para evitar los posibles escapes.
Es importante reseñar que el ozono tiene un olor característico metálico.
Si se nota en exceso, es posible que se esté emitiendo más del necesario o en una zona sin ventilación. Y esto puede resultar irritante para ojos y vías respiratorias. E incluso hay gente que le produce dolor de cabeza.

Neutralizadores y camufladores

Para los que prefieren no utilizar ozono en el ambiente existen en el mercado multitud de sistemas difusores de aromas neutralizadores y camufladores de olor.
Se pueden encontrar en forma de bloque, de gel para difundir mediante ventilador, o en spray con difusores que realizan aplicaciones automáticas según se programe.
La Barraca de María

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